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500 g de harina,
40 g de levadura prensada,
1/8 de l de leche templada,
50 g de azúcar,
2 cucharaditas de aceite,
2 yemas de huevo,
1/2 cucharadita de sal,
1 copita de licor de ron (2 cl)
1 taza de mermelada o de compota de ciruelas,
1/2 taza de azúcar en polvo
Para freír: 1 l de aceite o 1 kg de manteca
Tamizar la harina en una fuente y hacer un hoyo en el centro.
Desmenuzar en él la levadura y amasar junto con la leche, un poco de azúcar y un poco de harina.
Dejar fermentar esta masa previa tapada 15 minutos.
Trabajar el resto del azúcar, el aceite, las yemas, la sal y el ron con la masa previa y el resto de la harina hasta
que la masa haga burbujas.
Dejarla fermentar tapada otros 20 minutos.
Extender la masa de forma que tenga 2 cm de espesor y cortar redondeles del tamaño de una taza.
Poner una cucharada de mermelada sobre cada redondel y apretar cuidadosamente la masa sobre la mermelada.
Dejar fermentar otros 15 minutos con la «costura» hacia abajo.
Calentar el aceite a 175º.
Introducir los bollos en el aceite con la cara lisa hacia abajo y freír tapado durante 3 minutos.
Darles la vuelta con una espumadera y freír otros 3 minutos sin tapar.
Escurrir los bollos sobre papel absorbente y espolvorear con el azúcar en polvo tamizada.
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