6 jengibres confitados,
150 g de mantequilla o margarina,
100 g de azúcar,
1 huevo,
un pellizco de sal,
1/2 cucharadita de jengibre en polvo,
300 g de harina,
1 yema de huevo
Picar tres jengibres muy finos, cortar los demás en dados pequeños.
Mezclar la mantequilla o margarina con el azúcar, el huevo, la sal, el jengibre en polvo y los jengibres picados. Tamizar
la harina por encima y mezclar todo enseguida hasta conseguir una masa quebrada.
Formar con ella una bola y dejarla reposar envuelta en papel aluminio o papel barba durante 2 horas en el frigorífico.
Calentar el horno a 200º.
Dividir la masa en tres partes y extender sobre una superficie enharinada de forma que tenga 1/2 cm de espesor. Cortar
en la masa rectángulos de 4 x 7 cm.
Colocar las pastas sobre una bandeja de horno.
Batir la yema de huevo con un poco de agua.
Untar con ello las pastas, esparcir por encima los trocitos de jengibre y cocer durante 15 minutos a altura media.
Desprender las pastas de jengibre de la bandeja con un cuchillo y dejar enfriar sobre una rejilla.
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