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350 g de miel
350 g de azúcar,
90 g de almendras,
90 g de avellanas,
90 g de nueces,
570 g de harina,
la corteza de 1 limón rallada
125 g de corteza de limón confitada
125 g de corteza de naranja confitada,
30 g de canela molida
2 cucharaditas de clavo aromático,
una punta de cuchillo de nuez moscada molida,
2 cucharaditas de carbonato potásico,
2 cucharaditas de carbonato amónico,
1 copita de licor de arrac y
1 copita de licor de kirsch (2 cl)
Para la bandeja del horno: mantequilla o margarina
Hacer hervir la miel con 250 g de azúcar sin dejar de remover.
Escaldar las almendras, pelarlas y picarlas, lo mismo que las nueces, las avellanas y las cortezas de limón y de naranja
confitadas.
Mezclar todo con la harina tamizada.
Batir la masa de harina con la mezcla caliente de miel y azúcar con las especias desde la canela hasta el carbonato amónico.
Añadir el kirsch y el arrac, formar un pan y dejarlo reposar tapado durante unos días a temperatura ambiente. Calentar
el horno a 180°.
Untar la bandeja del horno con mantequilla o margarina. Extender la masa de forma que tenga un dedo de altura, colocarla
sobre la bandeja del horno y cocer durante 25 minutos a altura media.
Cocer el resto del azúcar con un poco de agua, extender abundantemente sobre la masa aún caliente y cortar ésta en rectángulos.
Dejar enfriar.
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