Ingredientes para 2 roscas grandes o 3 medianas
Esponja
Harina 250 g
Leche 140 cc
Miel 30 g
Levadura 25 g
Masa
Harina 000 750 g
Levadura 40 g
Leche 150 cc
Huevos 3
Esencia de vainilla 1 cucharadita
Ralladura de 1 limón
Azúcar 200 g
Manteca 200 g
Mermelada de damasco
Esponja: disuelva la levadura en la leche junto con la miel e incorpore la harina. Forme una pasta, tape el recipiente
con un lienzo y deje descansar el fermento durante 2 horas. Masa: tamice la harina en forma de corona sobre la mesada. Disuelva
los 40 g de levadura en los 150 cc de leche. Coloque en el centro los huevos, la vainilla, la ralladura de limón, el azúcar,
la manteca y la esponja. Agregue de a poco la leche con la levadura y tome la masa desde el centro hacia afuera hasta formar
un bollo. Sobe la masa hasta que quede suave y elástica. Divida en 2 o 3 bollos y déjelos descansar hasta que doblen su volumen.
Desgasifique la masa y dele forma de corona. Coloque las roscas sobre una placa enmantecada y déjelas levar nuevamente durante
40-60 minutos. Cúbralas con crema pastelera (ver receta) colocada en una manga con pico rizado, pinte con huevo y espolvoree
con azúcar. Hornee a 170°C durante 35 minutos. Luego, píntela con mermelada de damasco y, si lo desea, decore con higos o
frutas confitadas.
Crema pastelera
Leche 1 l
Yemas 6
Huevos 2
Azúcar 200 g
Harina 120 g
Esencia de vainilla a gusto
Hierva la leche en una cacerola. En un bol coloque los huevos junto con las yemas, el azúcar y la harina. Mezcle con un
batidor de alambre. Incorpore la leche hirviendo y lleve al fuego nuevamente hasta que rompa el hervor. Enfríe en un baño
de María inverso (agua con hielo) y agregue la esencia de vainilla.
Extras
Tips
Esta rosca debe ser levada dos veces: la primera, cuando se realiza la esponja. La segunda, al hacer la masa. De esta
forma se logra una mejor fermentación y calidad de miga
Recuerdo que de niña amasábamos con mi mamá una rosca. La noche previa a Reyes la dejábamos en un lugar de la casa junto
con agua y pasto para los camellos. Al otro día, además de sorprenderme con los juguetes, a la rosca le faltaba una porción
que se habían comido los Reyes, y los camellos habían hecho lo propio con el pasto y el agua.
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