INGREDIENTES:
Cantidad necesaria de masa sobrante
Queso rallado, a gusto
Pimienta de molinillo
Yema batida con un poco de leche
Vuelque el sobrante de masa sobre la mesa enharinada y, con sus deditos enharinados, aplástela hasta dejarla bien finita.
Espolvoree con una capa de queso rallado y otro poquito de harina.
Dóblela por la mitad. Hágala girar 90 grados (los bordes abiertos siempre hacia los costados). Estírela fina, espolvoréela
con queso rallado y vuelva a doblarla.
Otra vez hágala girar 90 grados y vuelva a estirarla finita. Espolvoréela con queso rallado y dóblela nuevamente (descanse...).
Estire la masa dejándola fina, píntela con la yema batida con un poco de leche y espolvoréela con pimienta de molinillo.
Corte en bastoncitos y hornéelos hasta que estén sequitos y crujientes.
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