375 g de harina,
250 g de mantequilla,
125 g de azúcar,
6 yemas de huevo,
un pellizco de sal,
la corteza de 1/2 limón rallada,
1/2 taza de azúcar gruesa
Para la bandeja del horno: mantequilla o margarina
Untar dos bandejas de horno con mantequilla o margarina. Tamizar la harina en una fuente.
Distribuir la mantequilla en trocitos por encima de la harina.
Hacer un hoyo en el centro de la harina y rellenarlo con el azúcar, 5 yemas, la sal y la corteza de limón.
Trabajar todos los ingredientes hasta conseguir una masa lisa.
Introducirla en una manga pastelera con boquilla redonda y formar sobre la bandeja del horno eses a igual distancia unas
de otras.
Colocar la bandeja con las pastas durante una hora en un sitio fresco.
Calentar el horno a 190º.
Batir la yema de huevo restante y untar con ella las pastas.
Espolvorear el azúcar gruesa cuando la yema esté todavía blanda.
Retirar con un pincel el azúcar que caiga sobre la bandeja para que no se queme.
Cocer las pastas a altura media 8-10 minutos, hasta que adquieran un tono moreno.
Dejar enfriar las pastas durante 6 minutos en la bandeja, desprenderlas luego con un cuchillo ancho o con una espátula
y dejar enfriar sobre una rejilla.
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