INGREDIENTES:
Cantidad necesaria de masa sobrante
Cantidad necesaria de manteca derretida
1 manzana grande
2 cucharadas de azúcar
Ralladura de 1 limón
Azúcar impalpable tamizada, para espolvorear
50 g de pasas sin semillas
Pele la manzana. Con un cuchillito filoso pártala por la mitad, quítele las semillas e indeseables y córtela en tajadas
finísimas.
Coloque las tajadas de manzana en un bol y únale las 2 cucharadas de azúcar y la ralladura de limón. Mezcle bien.
Estire la masa restante (previamente unida en un bollo bien lisito) con el palote, sobre la mesa enharinada, dejándola
lo más finita posible.
Luego, si se anima, levante la masa en el aire con las dos manos y hágala rotar rápidamente -corriendo los deditos- para
lograr que la masa vaya estirándose hasta quedar finita como papel. Si no se anima con esta técnica... ¡estírela con el palote
hasta lograr que sea transparente!
Apoye la masa (¡con mucho cuidado!) sobre un repasador enharinado y píntela totalmente con manteca derretida.
Coloque el relleno de manzanas azucaradas a 3 cm del borde inferior, formando un cordón. Espolvoree la superficie con
las pasas de uva.
Cubra el relleno con los 3 cm de masa que le quedaron libres y, con ayuda del repasador, enrolle cuidadosamente el strudel.
Deslícelo sobre una placa enmantecada, arquéelo y píntelo con manteca derretida. Cocínelo en horno caliente hasta que
esté levemente doradito y se note crujiente.
Cuando esté cocido, retire el strudel del horno y, en caliente, espolvoree toda su superficie con el azúcar impalpable
tamizada. Y.., ¡ya está listo!
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